Imagina que tu negocio es un restaurante sin escaparate: las mesas estarán vacías porque nadie sabe que existes. Nadie entra.
El marketing digital es como poner un letrero luminoso en una calle transitada, instalar mesas en la terraza y crear un menú irresistible.
Eso hacemos nosotros, hacemos visible tu web donde todos la vean, preparamos tu web para que sea un lugar agradable donde estar y preparamos todo para que saquen la tarjeta de crédito.
Hoy te voy a hablar sobre algo interesante en marketing a la hora de crear estrategias.
Hoy hablamos de las fases que un cliente recorre hasta realizar su compra.
Aquí se trata de que el cliente ideal te descubra.
No vale disparar al aire; necesitas atraer a quien ya busca tu plato.
Cómo se consigue:
Google Ads o redes sociales orientadas a intereses concretos: piensa en un camión itinerante que aparca frente a la oficina de tu cliente perfecto.
SEO en palabras clave que sí importan: “restaurante vegetariano Madrid centro” o “asesoría fiscal para autónomos”. Esas búsquedas son señales de compra.
Ejemplo real:
María dirigía una tienda de regalos artesanales y nadie la encontraba. Tras optimizar sus etiquetas y títulos con “regalos personalizados para cumpleaños” y lanzar anuncios segmentados a mujeres de 25-45 años, multiplicó sus visitas por 8 en un mes.
Una vez te han visto, el reto es mostrarles que vales la pena.
Aquí no vendes de golpe, sino que construyes interés.
La estrategia:
Artículos de blog que respondan preguntas concretas (“Cómo elegir el mejor regalo para tu madre”)
Vídeos cortos explicando beneficios (“¿Por qué un regalo personalizado emociona más?”)
Webinars o clases gratuitas que demuestren experiencia
Ejemplo práctico:
En el caso de María, subía cada semana un mini-tutorial: “Tres ideas de empaquetado ecológico”. No solo aumentó el tiempo de visita en su web, sino que esos lectores terminaron comprándole sus cajas premium.
En este punto el cliente está comparando opciones.
¿Por qué comprarte a ti y no a tu vecino?
Claves para convencerlo:
Testimonios potentes: casos de éxito con números claros (“+320 % de ventas en 6 meses”).
Pruebas sociales visibles: reseñas en Google, valoraciones en tu tienda online.
Garantías o pruebas gratis: muestra una muestra, un diagnóstico o un ebook de valor.
Ilustración:
Piensa en un emprendedor que busca asesoría legal. Si ve cinco despachos, pero uno publica estudios de caso detallados y ofrece la primera consulta gratis, es al que llamará primero.
Vender una vez está bien, pero el verdadero tesoro es el que regresa con la cartera abierta.
No dejes que se olviden de ti.
Cómo mantenerlos enganchados:
Email marketing con contenido útil, no spam (recetas exclusivas, “trucos de envoltorio”).
Programas de fidelidad: puntos por cada compra, descuentos en aniversarios.
Encuestas de satisfacción y seguimiento personalizado: demuestra que te importa su opinión.
Un caso de éxito:
María envió un email a sus clientes cada mes con “novedades artesanales” y un descuento por “cliente VIP”. En seis meses, los pedidos recurrentes pasaron del 15 % al 45 % del total.
El marketing digital es un proceso de cuatro pasos: hacerte visible (Awareness), cultivar interés (Consideración), cerrar ventas (Decisión) y fidelizar (Retención & Fidelización).
Cada fase exige tácticas distintas, pero encajan como piezas de un puzzle: cuando funcionan juntas, convierten tu web en un restaurante lleno cada noche.
Ahora que sabes el camino, solo falta un último ingrediente: la ejecución. Define tu cliente ideal, crea contenido que le aporte valor y dale razones infalibles para quedarse y volver.
Así, tu negocio pasará de mes a mes con mesas vacías… a estar siempre a tope.
Y si quieres que profesionales lo hagan por tí para que no tengas que preocuparte de nada de todo esto, echa un vistazo a nuestros planes mensuales y da el paso. Depende unicamente de ti.
